domingo, 16 de junio de 2013

Tim Burton - La novia cadáver

Durante las prácticas del máster en el instituto Vicent Andrés Estellés, vimos la película La novia cadáver, de Tim Burton, en una de las sesiones de atención educativa. Lo pasamos genial viéndola y después comentando un sinfín de aspectos interesantes. Los contrastes de los dos mundos, la animación, las pelis anteriores, la escenografía, ... 





Un saludo a los chicos y chicas de 1º ESO B y en especial a la profe Amparo Carbonell.

El desafío y la pasión por aprender

http://www.rizoma-freireano.org/index.php/el-desafio-y-la-pasion-por-aprender--oscar-jara-h


Este ha sido mi primer acercamiento a Paulo Freire y ha despertado en mi la curiosidad por seguir investigando sobre su trabajo. Qué decir cuando lo que estás leyendo verbaliza con palabras las cosas que piensas, incluso las cosas que haces. Pues que te engancha aún más si cabe, por el interés en su discurso. 
El texto habla de los roles de los profesores y los alumnos y de cómo los docentes aprendemos de nuestra práctica educativa, de nuestra experiencia.

El título recoge la esencia del texto a través de un juego de palabras: no hay docencia sin discencia, entendiéndose ésta como el conjunto de funciones y actividades de los educandos, personas que cursan estudios y reciben la enseñanza. Pero profundiza mucho más en estas definiciones, enriqueciendo a los sujetos inmersos en la enseñanza. Los alumnos no sólo la reciben, sino que actúan como sujetos activos en este proceso educativo. 

Freire habla de "enseñantes y aprendientes" y conjuga sus roles, entendiendo la enseñanza como un proceso en el que participan de forma activa ambos bandos: "Quien enseña aprende a enseñar, y cuando aprende enseña a aprender". Para él no es posible la educación, ni se produce conocimiento sin que enseñantes y aprendientes participen como sujetos de la misma. E introduce un nuevo concepto para mi, habla de la educación bancaria, la educación tradicional del sistema educativo frente a su concepción de la enseñanza que llama problematizadora. 


Desde mi vivencia, esto puede llegar a asustar, desconcertar a los educandos, pues es el educador el que tiene el dominio de la situación y sabe qué quiere hacer y dónde llegar, qué conseguir. Los alumnos acostumbrados a una educación pasiva, acomodada, pueden no entender esta situación y, debe ser el profesor quien propicie, con sus conocimientos, técnicas, habilidades, la situación para que la docencia se produzca con la intervención de docentes y alumnos. En las clases de Sociología, familia y educación hemos vivido esta situación. Es una educación, una metodología difícil para el docente, "a pie de obra" como se diría en mi jerga. En la que no te esperas como va a reaccionar el que tienes enfrente. Lanzando temas, dotando de ovillos de lana para que los alumnos vayan cogiendo sus agujas y comiencen a tejer. Antes de conseguir esto, el docente debe asumir que la educación tradicional o bancaria (en la que se transfieren conocimientos de una persona a otra) ha sido mayoritariamente la que han recibido sus alumnos y debe ser capaz de aceptar sus dudas y contradicciones que, al fin y al cabo, son inseguridades y desconciertos antes nuevas situaciones, donde sí que cabe la duda, tiene que caber. No se puede reprender esto y, a veces, me he sentido así. Al principio los alumnos no sabrán utilizar sus agujas (recursos/conocimientos) de los que disponen, pero cuando se consigue empezar el jersey de lana, las clases fluyen, los alumnos van tejiendo sin apenas percibirlo y, el docente es el que se encarga de guiar el patronaje del mismo, planteando situaciones, haciendo que se cuestionen aspectos que en la sociedad se necesitan y entrenando, al fin y al cabo, a personas críticas capaces de convivir en su contexto socio-político. Pero es aquí cuando el profesor consigue demostrar o "abrir la mente" de sus alumnos hacia nuevas maneras de hacer las cosas.

La capacidad de retener información e incorporarla a nuestro conocimiento es la memoria de trabajo. Implícitamente sabemos que, si agrupamos, memorizamos mejor, podemos captar más información porque nuestra capacidad es limitada y, la persistencia es temporal, tiene carácter transitorio. En psicología se habla de que nuestra memoria tiene la capacidad de almacenar entre 7 y, más menos dos elementos. Sólo cuando se trabaja la información de forma suficiente, y se relacionan contenidos concretos con otros, con conocimientos que ya tenemos asimilados o con un acontecimiento de la vida real, moviéndose muy bien en los planos concretos y abstractos, es cuando los nuevos conocimientos pasan a formar parte de nuestra memoria de largo plazo. Utilizamos estrategias de memoria como la organización, características que tienen que ver con el tiempo y la capacidad, o la elaboración, pensar en una analogía, por ejemplo. Así, el artículo define el aprendizaje como una tarea creadora en la que nos hacemos y re-hacemos como personas con capacidad de pensar, sentir, hacer y transformar, construir y re-construir conocimiento. Por lo que la enseñanza implica mucho más que tratar contenidos, implica llevar a cabo un proceso en el que se produzcan las condiciones para que podamos aprender críticamente. Y esas condiciones las verbaliza Freire como la necesidad de que existan educadores, educandos, investigadores con ganas de participar en el proceso educativo. Y como he dicho anteriormente, es el educador quién ha de generar esas condiciones para que se produzca el aprendizaje crítico, pues exige que asuma el riesgo de compartir sus búsquedas y preguntas y no sólo afirmaciones o negaciones, ha de ser humilde y reconocer que no tiene todas las respuestas y deber reforzar en sus alumnos sus capacidades críticas, el no conformismo, planteando dilemas, opciones, alternativas posibles, así como poner en juego sus propios planteamientos o posiciones.

Refuerzo la definición del educador democrático como “desafiador” y no como “facilitador” del proceso de enseñanza. Pues el facilitador puede creerse el sabedor universal de toda su materia y se estanca sin seguir aprendiendo, sólo se dedica a transferir lo que sabe. Nosotros como educadores desafiadores nos enfrentaremos a retos por muchos frentes en los que seremos desafiados por nuestros alumnos en un mutuo desafío en el que enseñaremos y del que aprendemos. Y si aprendemos los educadores, los educandos serán los educadores.  En primer lugar, la sola presencia en un espacio educativo ya será un reto para nosotros. En el debate abierto del proceso de enseñanza los alumnos interviniendo como sujetos activos, nos realizarán preguntas, cuestiones que les interesen o les angustien. Y en ese debate deberemos, nosotros como docentes, crear las posibilidades para que se construya el conocimiento. Aceptar nuestras limitaciones de saberes, y enfrentar ese desafío con nuestras habilidades, criterios, herramientas y recursos, ya que somos personas que nos hemos formado y preparado para ello. Y nuestra posición será la de "educadores-aprendientes" en la que asumiremos los conocimientos e inquietudes de nuestros alumnos en el debate, ofreciéndoles nuestros saberes para que sean capaces de crearse y construirse conocimiento de forma creativa.

Además, a partir del planteamiento de un tema por parte del profesor, subyacen muchos otros temas a los que deberemos enfrentarnos desafiando al grupo y del que nos convertiremos aprendientes. Y, a través de ese desafío como, cuestionar sus afirmaciones o negaciones, generar debate en torno a sus percepciones, aportar nuevos contenidos desde nuestro dominio del tema conduciremos a un proceso de reflexión en que estimularemos el pensamiento flexible,  les animaremos a que aprendan independientemente, promoviendo un estilo social de aprendizaje colaborativo. Les motivaremos para que dominen objetivamente el conocimiento, para que tengan una base sólida para un pensamiento divergente. 

Esta postura pedagógica requiere coherencia ética y rigurosidad metodológica, asumiendo en el mismo plano la responsabilidad de enseñar y de aprender. Considero que todas las personas aprendemos a lo largo de nuestra vida, a través de nuestros aciertos y fallos, de nuestras vivencias en definitiva. Es imposible que, nosotros como docentes, inmersos en un permanente proceso de enseñanza, nos neguemos a formar parte del proceso de aprendizaje permanente del que participamos todos los días (formación permanente). Es importante reconocernos como aprendientes permanentes e investigadores, actualizadores y cuestionadores de nuestras prácticas. 

Para Freire existen una serie de principios o "saberes" necesarios para que la enseñanza se ponga en práctica, para que sea posible enseñar algo a alguien. No habla de fórmulas ni recetas, tampoco de métodos de enseñanza. Sino de requisitos indispensables como criterios, posicionamientos, fundamentos, perspectivas, opciones que son fundamentales para que el "enseñar" tenga sentido y, que ese enseñar signifique un momento significativo para el discente en la práctica educativa. 

Este conjunto de principios ético-políticos, epistemológicos y filosóficos forman parte de nuestra práctica y nos ayudarán para futuras situaciones, porque con ellos actuaremos y,  una vez vividas las situaciones pasarán a formar parte de nuestra experiencia. Será el análisis de esas situaciones, el análisis de nuestra práctica lo que nos sirva para seguir aprendiendo de nuestra propia experiencia. Cosa que hacemos todas las personas, desde el docente en su aula y fuera de ella hasta un niño pequeño. Puedes tropezar con una piedra, en este caso sería enfrentarte a un problema en clase, una, dos, tres veces. Pero a la cuarta, el niño ya no le dará una patada a la piedra para apartarla de su camino, sino que tras su experiencia cogerá la piedra y la dejará en un sitio en el que seguro que no volverá a entorpecerle. Nuestros principios, ideas, convicciones provocarán que se produzcan situaciones en nuestras prácticas que tendremos que resolver una serie de problemas y, a partir de la resolución de los mismos, o del posicionamiento frente a ellos, convertir esa vivencia en experiencia para nuevas situaciones en nuestra práctica educativa. Porque son estos mismos los que nos harán actuar y no acomodarnos en nuestro sillón. A esto es a lo que me refiero cuando hablo de que, al leer a Freire, siento que verbaliza nuestras acciones, además de dotarle de gran riqueza al discurso, haciéndonos cuestionarnos métodos y prácticas.

Para Freire: "Enseñar exige reflexión crítica sobre la práctica". Y lo clasifica como un momento fundamental del proceso de formación permanente del educadores. Donde Freire le da importancia al registro y reflexión de nuestras experiencias otros hablan de sistematización de experiencias, en educación se refiere a obtener aprendizajes críticos de nuestras experiencias. Quizás la práctica cotidiana de una persona no es la de obtener un aprendizaje crítico, pero si la de obtener un lección. 

Las experiencias son subjetivas, cada uno tiene las suyas. Siempre tenemos experiencias nuevas y son procesos complejos en que intervienen además de la subjetividad del propio protagonista, otros condicionantes objetivos que se relacionan, porque cada persona interpreta, percibe y se emociona de forma diferente con las personas que intervienen y con las relaciones que se generan. Los principales protagonistas de la sistematización deben ser los protagonistas de las experiencias, aunque también pueden requerir del apoyo o consejo de otras personas para realizarlas. Entiendo que tras este proceso de reflexión, análisis e interpretación se valoricemos los saberes de las personas que son sujetos de las experiencias. 

Tenemos que extraer de nuestra forma de actuar en cada situación un aprendizaje tras su análisis, teniendo en cuenta todos los factores subjetivos, objetivos, personas, relaciones, contexto, condicionantes, etc. Esto implica registrar los acontecimientos y, posteriormente, ordenarlos históricamente en el tiempo para reconstruirlos y poder aportar una interpretación crítica tras evaluarlos. Esto nos permitirá extraer aprendizajes identificando las acciones los cambios que se dieron en ellas con sus correspondientes motivos y comunicarlos, compartir con otras personas lo aprendido. Me resulta un ejercicio muy enriquecedor y sorprendente poder construir una mirada crítica hacia lo vivido permitiendo segundas oportunidades, es decir, orientar las experiencias futuras con una mirada transformadora. Así, la formación del docente se va ampliando con enriquecedoras posibilidades metodológicas nuevas.

Tengo la convicción de que nuestras prácticas (que se convierten en sucesivas experiencias) son una fuente rica de aprendizajes. Y ello nos posibilite la construcción de nuevos conocimientos con los que seguir trabajando asumiendo que somos educadores que seguimos aprendiendo de nuestros educandos quiénes también nos educan (con sus desafíos, reacciones, vivencias, actos, en definitiva, relación con ellos), dentro del proceso educativo de enseñanza-aprendizaje. 

Al analizar nuestras acciones en la práctica educativa, vemos qué situaciones se plantearon, cómo se actuó, las posibles opciones, y tras este visionado, actuaremos cuando podamos,  renovando, mejorando o creando nueva práctica. Este proceso nos servirá para seguir aprendiendo y formarnos como docentes. Desde mi experiencia, recuerdo durante las prácticas del máster en profesorado de educación secundaria, plantear un ejercicio de estampación dentro de la unidad didáctica de texturas, en el primer curso. Tras observar cómo se desarrollaba la actividad y los productos finales, me di cuenta de que en esa situación, en aquella aula, con aquellos alumnos, mi forma de plantear la actividad no fue correcta, ya que los trabajos derivaron en collages, cuando no era esa la técnica que quería que practicásemos. Acepté la evolución de aquella situación, y de que los alumnos combinasen ambas técnicas. Una vez ocurrida esta experiencia, incluso cuando estaba ocurriendo, la analicé y pienso todos los condicionantes que pudieran influirme para poder mejorar y actuar mejor la próxima vez. Este mínimo ejemplo me sirve para entender la práctica de extraer aprendizaje de la propia experiencia para obtener nuevos conocimientos o reconstruir los que ya tenemos.

POSICIONAMIENTO CRÍTICO. Por Raquel Ramírez Martínez. Junio 2013

jueves, 31 de enero de 2013

MURAL AMB TEXTURES. ACTIVITAT 1er d'ESO A

Hola alumnes de 1er d'ESO A!

Ací teniu les tres obres d'art que hem comentat en classe.

Heu d'escriure un comentari en aquesta entrada, en el que poseu el vostre nom i cognoms i digau quina obra os abelleix representar en classe i les raons de perquè la trieu. Guanyarà l'obra que més vots aconseguisca. 

OBRA 1:

 R. Delaunay


OBRA 2: 

 El crit. Munch


OBRA 3:


 La lecció. P. Picasso


Per a preparar aquesta activitat heu de buscar y recopilar materials que trobeu per casa amb diferents textures (paper, paper de seda, goma eva, tela, cartó, etc.). Es tracta de reciclar, no serveixen materials nous. Vos avisarem quan hàgeu de portar-los a classe. 

Ens veiem en classe.

Una salutació!


Raquel.


Passos de l'activitat:
  1. Busca i recopilació de materials per a reciclar: teles, papers, cartons, fils, llanes, cordes, envases…
  2. Creació d'un banc de textures. Ordenarem les textures  per color y estaran a disposició del grup sencer.
  3. Cada alumne aplicarà les textures en la seua part del quadre.
  4. Per a finalitzar, unirem les parts per a realitzar el mural.